Tatis Zacarías, jmtatiszacarías@gmail.com
La economía de la República Dominicana, que se ha sostenido en los últimos años, en renglones que no tocan ni se refleja de manera directa en los hogares de humilde sectores y provincias del país, y que su índice de pobreza cada día es mas grande.
Hablar de la Industria sin Chimenea, estamos hablando del sector hotelero y turismo del país, donde en los últimos años, los gobiernos han visto cifradas sus esperanzas en la recaudación de divisas, para el fortalecimiento de la economía, pero lamentablemente, estos dineros, recursos, no impacta en la economía y el desarrollo de la mayoría de las 32 provincias y 158 municipios de la República Dominicana.
Las mineras son otras de las empresas o emporios que aportan recursos a los gobiernos, por concepto de la explotación de las riquezas de su suelo, oro, plata, níquel, bauxita, mármol, piedra caliza, granito, entre otros recursos minerales. Los pueblos donde son explotados estos recursos, languidecen de la mas extremas de las pobrezas y enfermedades, producto de las grandes contaminaciones, y no reciben los beneficios financieros que por ley le corresponde.
Pero vamos ha aterrizar con los productos de consumo básico de la canasta familiar de los dominicanos, el huevo, arroz, habichuela, carnes, pan, aceite, víveres, todos han subido sus precios, y estas alzas, perjudican de manera directa a la clase menos pudiente, en un momento, donde los dominicanos, por décadas han sido victima de las maniobras corruptas del manejo del erario publico, y la mala distribución de la riqueza del país, lo cual ha beneficiado a un sector determinado (empresarios y altos funcionarios políticos), mientras el pueblo languidece por falta de oportunidades.
Uno de los sueños que han visto trunco los dominicanos de abajo, es la de construir sus casas, los aumentos inmisericorde de los artículos ferreteros, tales como las varillas, cemento, gravas, entre otros, se han elevado de tal manera, que se hace muy cuesta arriba a un dominicano que reciba un salario mínimo, construir su casa, un salario mínimo el cual está por debajo de los $15, 000 mil pesos, cuando el Banco Central, ubica el precio de la canasta familiar en $40, 000 mil pesos, sería imposible.
Para muestra un botón, la riqueza en la República Dominicana, está mal distribuida, en lo que lleva de gobierno Luis Abinader, el Consejo de Zona Franca, ha aprobado 59 empresas de zonas francas, y de esas empresas aprobadas, no hay una que se valla a radicar en la zona fronteriza, ni porque hay una ley, la 12-21, que supuestamente beneficia a las empresas que se radique en una de estas provincias, Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabón, Montecristi, Santiago Rodríguez y Bahoruco, todo ha sido un engaño.
Pero no hemos hablado del sector agrícola, el cual es el que más cerca llega a los que menos oportunidades tienen, ya que los campesinos, los que siembran la tierra, no han sido beneficiados de proyectos que impacten sobre su producción, los campos han sido abandonados a su buena suerte, esto es, sálvense quien pueda, los técnicos, agrónomos, están como muela de gallina, no se ven asistiendo a los campesinos, brillan por su ausencia.
Pandemia, crisis económica, inflación, escases, depreciación de la moneda, cuales son los más afectados?, sin lugar a duda o equivocación, quienes por décadas han sido engañados, burlados por el sistema.