Santo Domingo.– El obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, expresó su firme rechazo a la inclusión de las tres causales que permitirían el aborto en circunstancias específicas dentro del nuevo Código Penal, actualmente en discusión en el Senado.
Las declaraciones del obispo se producen en un momento que el Congreso reabre el debate sobre el controversial proyecto de ley, que ha permanecido estancado por años precisamente por la falta de consenso en torno a la despenalización del aborto en tres circunstancias específicas: cuando la vida de la madre está en peligro, cuando el embarazo es producto de una violación o incesto, y cuando el feto presenta malformaciones incompatibles con la vida.
Voces encontradas en el Congreso
En el Senado, algunos legisladores conservadores se alinean con la Iglesia. El senador Ramón Rogelio Genao (PRSC-La Vega) ha declarado que la vida debe ser protegida “desde la concepción hasta la muerte natural”, y ha reiterado su oposición a cualquier modificación que abra la puerta al aborto en el país. “La Constitución es clara. El artículo 37 establece la inviolabilidad de la vida”, sostuvo.
En tanto que, Yván Lorenzo, PLD quien fue senador y exvocero de su bancada, habría señalado que su partido está abierto al debate, pero que se requiere una postura coherente con la realidad social. “Es hora de legislar para proteger a los más vulnerables, y eso incluye a las mujeres en situaciones extremas. No podemos seguir eludiendo el debate”, puntualizó.

Sociedad civil exige avances
A la par del debate legislativo, organizaciones de derechos humanos y grupos feministas han insistido en que la exclusión de las tres causales representa una forma de violencia institucional contra las mujeres.
La Coalición por la Vida y los Derechos de las Mujeres entregó esta semana un nuevo documento al Congreso reiterando su demanda de que las causales sean incluidas como parte esencial de un Código Penal justo y moderno.

El proyecto de ley, que data de más de 20 años, ha sido aprobado y luego archivado en múltiples ocasiones debido a las divergencias en este y otros puntos sensibles.
Mientras tanto, República Dominicana sigue siendo uno de los pocos países en América Latina donde el aborto está totalmente prohibido, incluso en casos de riesgo para la vida de la madre.