SAN FRANCISCO.– Rafael Devers tiene la misma mentalidad todos los días.
“Siempre llegas al partido con la idea de batear 5 de 5, pero sabes que eso no va a pasar”, dijo Devers. “Solo hay que aprovecharlo, y lo importante es ganar el partido”.
Ambas cosas se cumplieron el miércoles, cuando Devers se fue de 4-4 con dos jonrones, un doble, una base por bolas y cinco carreras impulsadas en la paliza que los Gigantes le propinaron a los Cachorros por 12-3 en el Oracle Park. Devers igualó su mejor marca personal con 11 bases totales, a un triple de completar un ciclo.
Devers inició las cosas en la parte baja de la primera entrada cuando demolió un splitter justo al medio del abridor de los Cubs, Colin Rea, 410 pies hacia el centro para un jonrón solitario.
Más tarde en la sexta entrada, conectó un sinker en el mismo lugar del relevista de los Cachorros, Taylor Rogers, tirándolo sobre la cerca del jardín izquierdo para un jonrón de tres carreras que puso a su equipo en dos dígitos en la columna de carreras, poniendo fin a lo que podría decirse que fue su mejor actuación como Gigante.
Fue el 21.er partido de Devers con múltiples jonrones, el tercero de 2025 y el segundo con el uniforme de los Giants. Sin embargo, fue el primero en Oracle Park, ya que su anterior partido con dos jonrones fue como visitante en Atlanta el 23 de julio.
“Me sentí bien”, dijo Devers. “Fue un buen swing, buscaba mi lanzamiento. Y como todos los días, siempre intento ajustarlo. Me lanzó la primera recta y ajusté el segundo lanzamiento”.
Desde que fue traspasado a los Gigantes el 15 de junio, Devers batea para .240/.347/.449 con 12 jonrones y 31 carreras impulsadas.
